Reflexión sobre la importancia de tenerse en prioridad y conectar con lo que nos ayuda a estar presentes.
Juicios, patrones, mandatos, obligaciones, deber ser, lo correcto, lo incorrecto, prejuicios, miedos, confusión, penas, rabias, frustración, injusticia, dolor, enfermedad, dinero, familia, inferioridad, ansiedad, vida, muerte, éxito, diversión, relajo, bienestar, fluir, soltar, amor, amistades, ambición, estabilidad, comparación, envidia, soledad, rechazo, colapso, crisis, pánico, entre muchos más son conceptos que representan gran parte de la energía que se nos puede ir a diario desde nuestro constructo mental. ¿Podrá haber algo más que esto?
Tener una vía para llegar a ti mism@ a través de algo que te haga sentido es una semilla fértil para cultivar. Admiro mucho a las personas que se permiten conectar con sus espacios vulnerables, su expresión, mundo interno y compartirlo aunque sea un poquito. Para mí en gran medida fue la Terapia de Respuesta Espiritual la que me ayudó a conocerme más profundamente. Esta terapia, me ha acompañado en tan diversos tránsitos, me ha ayudado a iluminar zonas oscuras, a perdonar y sobre todo a atreverme a sacar dolores muy enterrados para confiar y crear una vida diferente. El mundo energético más allá de lo que podemos ver con nuestros ojos existe y se manifiesta siempre.
Existe una frase que siempre me ha llamado la atención, la he escuchado en varias ocasiones a diferentes personas “yo le pregunto a mi guata (panza) cuando tengo que tomar una decisión”. Y es que el cuerpo siempre nos está avisando, dando señales de cuando una decisión me hace sentir expansiva o contraída con tensión. En este mundo lleno de estímulos, deberes, quehaceres, responsabilidades, etc. en muchos momentos no nos damos el tiempo para poder conectarnos con el cuerpo y darle espacio para escuchar y sentir qué me está diciendo o pidiendo.
En general se vive y se toman las decisiones más desde la cabeza, desde lo que “corresponde”, desde el deber, sin tomar riesgos que nos inviten a crecer. También se vive desde la expectativa que puede tener el otro, como también desde lo que yo solamente puedo querer sin contemplar otras visiones de personas que me acompañan en el camino. Vivimos encerrados en nuestros mundos mentales personales, cada realidad es única y diferente a todas las demás.
Por eso sólo quiero poner en relevancia que tener un momento en el día, en la semana, en el mes que sea sólo para un@, para mí, puede ser un regalo de conexión que me lleve un poco más a lo que quiero para mí y para mi vida. Puede ser un momento de respirar, conectar, relajar, salirse del mundo, soltar la cabeza un rato y dejar fluir al corazón.